Hemos recibido muchas preguntas sobre el cuidado de pulseras para hombre. No importa si tus pulseras son de acero inoxidable, cuentas o cuero, sigue estos sencillos consejos y tus pulseras se verán siempre como nuevas.
Las pulseras están expuestas a peligros durante todo el año. Se podría hundir en el océano como el Titanic (lo sentimos por el spoiler) o salir volando durante un partido de fútbol... nunca sabes cuándo va a ocurrir un accidente. Así pues, tu pulsera necesita un poco de ayuda.
La única manera de evitar que tu pulsera se pierda o dañe es no ponértela nunca. Pero, ¿a quién le interesa eso?
En lugar de renunciar a tu joya favorita, sigue estas sencillas indicaciones para mantener la pulsera a salvo y en las mismas condiciones que cuando la recibiste. Y si se termina ensuciando, aprende a limpiarla con los trucos que verás a continuación.
Quítate las pulseras antes de ir a la playa o a hacer ejercicio en el mar. No solo por el daño que el agua salada pueda causar a la mayoría de las pulseras, sino porque, como es bien sabido, los objetos brillantes atraen a los tiburones. ¡Otra gran razón para no entrar en el agua con pulseras! El sudor también deteriora la plata de ley, el cuero y las pulseras de cuentas.
Quítate las pulseras antes de meterte en la piscina o jacuzzi. Es posible que alguna vez te hayas imaginado que estás relajándote en una piscina cubierto de oro como en un vídeo de rap. Pero si de verdad quieres ir a la piscina, será mejor que te olvides de ese sueño. El cloro puede dañar y decolorar muchos metales (incluso el acero inoxidable), así como erosionar la superficie brillante de algunas gemas.
Quítate las pulseras antes de aplicarte la crema hidratante, protector solar, autobronceador o colonia. Piensa que tus pulseras son el toque de acabado y póntelas tras usar los productos, porque estos podrían introducirse en las grietas, obstruir los cierres y cubrir las cuentas, todo lo cual perjudica a tus pulseras.
Quítate las pulseras si vas a pasar un tiempo bajo la luz solar directa. Esto no significa que no puedas usar tu pulsera en el exterior, pero no la lleves puesta mientras tomas el sol en la playa o piscina. La luz del sol puede decolorar ciertos materiales y hacer que los derivados del plástico, como las bandas elásticas en las que están ensartadas las cuentas de ojo de tigre, se debiliten y rompan.
Quítate las pulseras antes de jugar en la arena o practicar la jardinería. Da igual lo bonitas que sean nuestras pulseras para hombre, no te ayudarán a ganar al vóley-playa. Si no te las quitas corres el riesgo de que la arena raye la chapa de oro o rodio, o bien la superficie de las piedras. Y lo mismo ocurre con la jardinería. Es conveniente quitarse las pulseras para evitar que las pequeñas piedras las dañen o que acabes plantándolas por error. Y créenos, no hay manera de hacer crecer un árbol de un conjunto de pulseras completamente negro.
Limpia tus pulseras regularmente. El sudor, la grasa de la piel y las huellas pueden reducir el brillo de las pulseras. Para limpiar la mayoría de las pulseras para hombre (excepto las de cuero) solo necesitas agua tibia con una gota o dos de un jabón delicado y un paño suave o cepillo de dientes. Introduce el paño en el agua, limpia la pulsera con él y después sécala con otro paño.
Guarda tu pulsera apropiadamente. Mantén las pulseras en un sitio en el que no se arañen las unas a las otras. No las apiles en el armario ni las eches en el cajón de los calcetines. Invierte en un buen soporte para joyas. Los nuestros son masculinos y no se parecen a los de tu tía. Y cuando te las quites para ir a la playa o piscina, no las metas en una bolsa de plástico, ya que atrapan el calor y la humedad, y esto favorece el crecimiento del moho, en especial en el caso de las pulseras de cuero.
Presta atención a las señales de alarma. Con un poco de cuidado y atención tendrás pulsera para mucho tiempo, pero échale un vistazo de vez en cuando para comprobar que está bien y póntela del modo correcto. Como puedes ver en el siguiente dibujo, para ponerte una pulsera de cuentas debes unir los dedos y deslizar la pulsera por encima de la mano sin estirarla ni tirar demasiado de ella. En cuanto a los brazaletes para hombre, evita doblar o estirar el material para que no se debilite. Para ajustar un brazalete, póntelo sobre la muñeca, envuélvelo con tu mano firmemente y junta los extremos con cuidado. Al igual que en el dibujo, póntelo y quítatelo desde la parte más estrecha de la muñeca.
Hay muchas personas que nos han preguntado cuál es la mejor manera de cuidar las pulseras de cuentas. Aunque la calidad de las cuentas es el principal factor a tener en cuenta a la hora de determinar su longevidad, también hay algunas cosas que puedes hacer para que dure más tiempo.
Se sabe que las siguientes piedras preciosas pierden color debido a la exposición solar directa: Ópalo, zafiro, amatista, ametrino, turquesa, cornalina, citrino, kunzita y cuarzo rosa y ahumado.
Entre las piedras que no pierden el color se encuentran la lava, howlita, jade, lapislázuli, ónix negro, obsidiana negra, jaspe y malaquita.
Los distanciadores de metal y etiquetas se deben limpiar con un paño suave. Este método es seguro para la mayoría de las piedras preciosas y cuentas de madera.
Tanto el cloro como el agua salada pueden dañar las cuentas, el elástico o cable de metal que sujete a la pulsera. Te aconsejamos que te la quites siempre antes de meterte en el agua.
Hay muchas piedras preciosas que han recibido algún tipo de tratamiento. Estos pueden ser de altas temperaturas (tratamientos térmicos) o radiaciones, o bien se rellenan las grietas con tintes y ceras para camuflar las imperfecciones (impregnación). La finalidad de esto es conseguir que la piedra parezca perfecta y abaratar su coste.
Si bien esos tratamientos no son malos, hacen que las piedras se vuelvan más vulnerables ante los productos químicos de las piscinas o el agua salada. Cuanto más haya sido tratada la piedra, mayor será su tendencia a perder color. En Trendhim usamos muchas piedras naturales que han sido pulidas, pero no han recibido tratamientos adicionales.
Aparte de las cuentas de piedra, el agua salada también puede dañar la banda elástica que las une y hacer que se rompa. El água también puede oxidar y deteriorar el cable de metal que forma parte de muchas pulseras para hombre.
Si bien el acero inoxidable es conocido por ser resistente, duradero y anticorrosión, hay algunas cosas importantes que debes saber para proteger a tu pulsera.
No, no debes hacerlo. Si bien es cierto que el material es duradero, fuerte y resistente frente a la oxidación, el cloro de la piscina y la sal del mar pueden hacer que la pulsera se deteriore.
¿Y recuerdas lo que te dijimos acerca de que los objetos brillantes atraen a los tiburones? Sí, eso sin duda podría arruinarte el baño.
También hay que mencionar lo que el agua salada y el cloro pueden hacer en las partes de la pulsera que no son de acero inoxidable, como el cierre. Si no tienes más remedio que usar una pulsera o brazalete mientras te metes en el agua, opta por una de acero inoxidable 316L de grado médico y sécala por completo después.
La principal razón para no meterte en la piscina con pulseras de acero inoxidable y joyas es que el cloro puede romper la capa superficial del metal.
El acero inoxidable contiene cromo que reacciona con el oxígeno y forma una capa fina e invisible de óxido de cromo sobre la superficie, y es esta "capa pasiva" la que le da al acero inoxidable su resistencia frente a la corrosión.
Cuando el cloro atraviesa esta capa de cromo, la capa subyacente del acero se vuelve vulnerable a la oxidación y corrosión, algo que en última instancia puede terminar con la destrucción de la pulsera.
Desde trajes hasta sudaderas con capucha, las pulseras de cuero para hombre se pueden usar con ropa formal o casual. Cuida la tuya bien y verás como te la puedes poner con todo lo que tienes en el armario. Si la tratas mal terminarás con un accesorio seco y arrugado. O pero aún... lleno de moho.
La respuesta es no, no debes ir a nadar en ningún caso. No dejes que el aspecto duro y recio de la pulsera te engañe; el agua puede dañarla.
Estas son las 3 principales razones por las cuales no debes meterte en el agua con una pulsera de cuero (¡ni collar ni chaqueta!).
El cuero perderá sus aceites naturales y se encogerá si lo metes en el agua. Llevar tu pulsera de cuero puesta mientras te duchas o nadas en la piscina o mar puede quitarle sus aceites. Eso también puede ocurrir si se moja bajo la lluvia y, cuando sus ricos aceites se van, la pulsera puede endurecerse, agrietarse e incluso encoger.
El cuero puede perder el color si se expone a demasiada agua. Es posible que no ocurra el primer día, pero mojarla continuamente puede hacer que el color del cuero se apague o desaparezca por completo. La mayoría de las pulseras de cuero están teñidas o pintadas de algún color. Si te metes en el agua o duchas con ella constantemente el color se puede desvanecer o desprender.
El cuero puede desarrollar moho en caso de exposición prolongada al agua. Si tu pulsera de cuero se moja y no se seca adecuadamente, puede que crezca moho. Y cuando te empieces a dar cuenta, el problema ya será demasiado grave. Obviamente, el moho tiene mal aspecto, pero también puede afectar a la solidez de la pulsera y provocar malos olores.
Con los cuidados apropiados, el cuero no tiene por qué oler. Y si lo hace, entonces es que necesita una buena limpieza y un tiempo para airearse. Eso también indica que te la has puesto durante mucho tiempo sin darle un respiro.
El cuero es un material poroso y absorbe el sudor, grasa y suciedad. Esto no se puede evitar y va a ocurrir de todas maneras.
Para darle a tu pulsera de cuero la oportunidad de defenderse, no te la pongas para hacer actividades con las que sabes que vas a sudar (como ir al gimnasio, por ejemplo) y quítatela siempre antes de ir a dormir.
Suscríbete para recibir un montón de consejos de estilo, ofertas especiales e información sobre lanzamientos de nuevos productos. Además, entrarás en un sorteo mensual para ganar una tarjeta de regalo de $500 automáticamente.